Hace cosa de un mes compartíamos novedades relacionadas con el cáncer que está padeciendo Horacio desde hace poco más de un año y que lamentablemente está entrando en su última fase. Horacio está muy débil físicamente pero fuerte de ánimo, cuidado y reconfortado por sus hijas y sus afectos próximos (entre los que me encuentro). Llamó esta mañana por teléfono, y conversamos.
Lo que me ha llevado a comprometerme, más si cabe, con la película que estamos realizado juntos durante esta experiencia. Un testimonio que se agiganta cuanto menos tiempo le queda de vida porque recoge una serie de reflexiones fundamentales y tremendamente valientes, que sin duda constituyen un ejemplo de pensamiento independiente. Cómo afrontar la muerte, en general y la propia.
Impresiona ver como Horacio se desenvuelve en sus rutinas a pesar de todo, la intensidad con que vive cada minuto de un tiempo que, desde que le diagnosticaron cáncer, sabe que será muy breve. Cómo afronta su muerte, la peor de las muertes posibles porque es la suya, como nos cuenta en un momento del film.