Julio 2012

Horacio Vázquez-Rial, julio de 2012. Gregorio Marañón, Madrid

Horacio Vázquez-Rial, Gregorio Marañón, Madrid

Hace dos semanas que los familiares y allegados teníamos conocimiento de que habían aparecido lesiones metastásicas en el cerebro de Horacio. Tras la crisis y el primer shock de corticoides, Horacio se estabiliza y decide que será él quien llegado el momento, hará público su situación. Algo que ha hecho finalmente hoy sábado, 28 de julio de 2012, durante la siesta, por Facebook. Es un comunicado breve:

Queridos amigos:

Desde que el 12 de julio de 2011 escribí en este rincón íntimo/público que no podía más y me fui al Hospital Gregorio Marañón a que me diagnosticaran el cáncer de pulmón inoperable pero tratable que hasta ahora me ha ido acompañando, las  cosas no han ido de la mejor manera posible. O sea: podia haberse curado o reducido o encapsulado el cáncer de pulmón y ya. Pero eso ocurre en un cierto número de casos, no mayoritario. Lo más corriente es que aparezca alguna metéstasis antes de que se verifique el cierrre de la primera etapa.

Pues bien: así ha sido. Con el pulmón muy mejorado, lo suficiente como para poder hace un descanso en la quimio, aparecieron tres lesiones metastásicas en cerebro, que se me están tratando con radioterapia holoencefálica y después, según se vea, con cinco sesiones más de radiocirugía.

Me ayudan mucho los corticoides, tanto como me ocasionan trastornos. Me ladeo, me voy en falsa escuadra, de modo que para salir dependo de una silla de ruedas y aun en casa tengo que agarrarme de las paredes o de mis hijas, porque me caigo con inusitada facilidad.

Pero estoy bastante lúcido, sigo siendo buen conversador si no estoy dormido y se me puede venir a ver.

Un gran abrazo para todos.

Horacio

 

Junio 2012

Horacio & Pablo

Horacio & Pablo

«Ninguna historia es una sucesión de acontecimientos sino el relato de esa sucesión, y obedece más plenamente a las leyes de la literatura que a las de la ciencia o la política», Horacio Vázquez-Rial.

«Me gustan las casas abiertas, llenas de amigos y hasta de desconocidos. Pero con el tiempo eso fue cambiando. Supongo que tiene que ver con la edad, con el hacerse mayor, con el hecho de que los amigos que no están muertos están lejos o hasta han escogido estar solos, lo que no es mi caso», dice Horacio en un artículo publicado en éstos días en Libertad Digital, titulado «Visitas».